El domingo 27 de febrero, a pesar de las medidas de seguridad con que contaban las "monjitas" del monasterio cisterciense de Santa Lucía en Zaragoza, alguien se coló en él, y sustrajo de un armario un botín de millón y medio de euros en metálico, la mayoría en billetes de 500 euros, que estaban escondidos en bolsas de plástico. Al día siguiente las "monjitas" rebajaron la cantidad a 450.000 euros.
Las justificaciones que dieron las religiosas, fue que ese dinero provenía de los "ahorrillos" de más de 40 años, de las labores de encuadernación y restauración de libros a los que se dedica el monasterio, de los donativos de los feligreses, de una cantidad que acababan de sacar del banco para repartirla en limosnas entre otras congregaciones y de la venta de las pinturas de sor Isabel Guerra, la monja pintora.
Estas justificaciones, parece ser que no han convecido a la policia, que, ante la sospecha de que pudiera tratarse de dinero negro, remitió un informe la Agencia Tributaria. Este organismo deberá comprobar si la congregación se halla al corriente de pago de sus obligaciones fiscales.
En el entorno de la congregacion se elude de dar explicaciones sobre por qué las monjas cambiaron de versión de un día para otro. Fuentes del arzobispado de Zaragoza, han manifestado su extrañeza por la cantidad en efectivo que tenían.
Y yo me pregunto ante este hecho ¿en que país viven estas monjitas?, ¿es que como están aisladas del resto de los mortales, no saben que todos los españolitos tenemos unas obligaciones ante la Hacienda Pública? y que además todos los españoles contribuimos al mantenimiento de la Iglesia, o ¿es que ellas se creen con más privilegios que los demás?.
Las justificaciones que dieron las religiosas, fue que ese dinero provenía de los "ahorrillos" de más de 40 años, de las labores de encuadernación y restauración de libros a los que se dedica el monasterio, de los donativos de los feligreses, de una cantidad que acababan de sacar del banco para repartirla en limosnas entre otras congregaciones y de la venta de las pinturas de sor Isabel Guerra, la monja pintora.
Estas justificaciones, parece ser que no han convecido a la policia, que, ante la sospecha de que pudiera tratarse de dinero negro, remitió un informe la Agencia Tributaria. Este organismo deberá comprobar si la congregación se halla al corriente de pago de sus obligaciones fiscales.
En el entorno de la congregacion se elude de dar explicaciones sobre por qué las monjas cambiaron de versión de un día para otro. Fuentes del arzobispado de Zaragoza, han manifestado su extrañeza por la cantidad en efectivo que tenían.
Y yo me pregunto ante este hecho ¿en que país viven estas monjitas?, ¿es que como están aisladas del resto de los mortales, no saben que todos los españolitos tenemos unas obligaciones ante la Hacienda Pública? y que además todos los españoles contribuimos al mantenimiento de la Iglesia, o ¿es que ellas se creen con más privilegios que los demás?.
¡¡¡Bonita forma de dar ejemplo del voto de pobreza de la que alardean!!!
