viernes, 20 de abril de 2012

PP, un partido al servicio del los ricos

Los imparables recortes sociales puestos en marcha por el PP persiguen que la crisis que generaron los ricos la paguen los pobres.
Asistimos a un atraco en toda regla a las clases más desfavorecidas económicamente, vía incrementos de factura de la luz, gas, gasolinas, impuestos de bienes inmuebles, transportes, etc., y ahora con subidas de matrículas universitarias y el copago sanitario. El objetivo es que la ciudadania pague todo el latrocinio cometido durante la pasada década al calor del boom inmobiliario.
Al PP no se le ocurriría subir el tipo marginal de IRPF al 75% para rentas mayores de 1 millón de euros, como propone el partido Socialista francés, que no el PSOE español, un sucedáneo de derechas como ha quedado demostrado.
Si esto fuese así, todos esos directores de cajas de ahorro y bancos y consejeros delegados no se hubieran embolsado miles de millones de euros y hubiesen ido a parar a las arcas del estado, que buena falta le hace.
A las clases medias-altas no se les sube el IRPF, ni se les aplica el impuesto sobre el patrimonio. Así, notarios, registradores de la propiedad y otras profesiones liberales siguen manteniendo su privilegios sobre el resto de trabajadores.
El PP nunca hará eso porque protege y sirve a los intereses de los ricos, a la oligarquía  financiera, con miles de millones de euros a buen recaudo.
Así, asistimos, con la excusa de rebajar el déficit, al expolio de la clase obrera. Por un lado, no cesa de subir el coste de todos los productos y servicios de primera necesidad, y por otro se reducen los salarios de los trabajadores, por lo que un día y el siguiente también se va reduciendo el poder adquisitivo de los ciudadanos. Y todo para que las grandes corporaciones y bancos sigan teniendo pingües beneficios que siga alimentando la vorágine máquina capitalista.
Con el 50% de los jóvenes en paro y más de 5 millones de desempleados, a  los aristócratas no  se les ocurre otra cosa que hacer gala de ostentación y riqueza a golpe de jet privados y safaris, mientras a pocos kilómetros de sus suntuosos palacios, los asentamientos chabolistas y la misería campan por sus fueros en los arrabales de la capital de España y otras grandes ciudades del estado español, como es el caso de El Vacie, en Sevilla.
Mientras el PP siga gobernando en el estado Español, los pobres profundizarán aún más en la miseria, mientras los ricos acapararán mayores fortunas.
¡PP, no gracias!
por RedWarrior

martes, 17 de abril de 2012

Un fuerte aplauso al PP, por hacerlo tan bien....

El señor Rajoy va a pasar a la historia como el presidente mas inutil de la historia de España, vamos, que mas inutil que la "r" de Marlboro, por no hablar de sus mentiras, de la reforma laboral, de la prima de riesgo, de que solo se preocupe de que se forren los de siempre, y ademas ahora se le ponen las cosas buenas con lo de Repsol. ¿Es este el gobierno serio y como Dios manda que daría confianza dentro y fuera del mundo mundial?. Pues más parece que le toman por el pito de un sereno. Empezó el frances Sarkozy en sus mitines tirando por tierra a un gobierno (el anterior) de España, y estos inútiles le rien la gracieta. Sigue dándoles caña el italiano Mario Monti y este gobierno "como dios manda", se lo tragan. Y ahora llega la argentina Cristina Kirchner, se cachondea de la legalidad vigente y les hace un corte de mangas declarando la expropiación del 51% del patrimonio de Repsol-YPF. El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha avanzado en conferencia de prensa que el Ejecutivo español trabajaba desde el mismo lunes por la tarde (menos mal, que tranquilidad que me da) en unas medidas “claras y contundentes” que se darán a conocer en los próximos días (o en los próximos meses, no hay prisas), aunque no especificó ninguna. Soria ha denunciado que la medida decidida por la presidenta Cristina Fernández es un gesto de hostilidad contra España y contra el Gobierno de España. Tanto Soria como el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, han dedicado un rosario de descalificativos a la expropiación. Pues a lo que parece por lo que se está viendo no les ha metido miedo y no les ha dado muchos resultados.
“Allí donde haya una empresa española, allí estará el Gobierno defendiendo como propios sus intereses”. Rajoy, sin referirse directamente a Repsol ni a Argentina, tenía muy presente la amenaza de nacionalización en el discurso con el que clausuró la Asamblea General del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) este lunes en Madrid. “No les quepa duda, este Gobierno va a estar al lado de quienes crean empleo y riqueza dentro y fuera de muestro país”, afirmó Rajoy tras señalar que “la excelencia de las empresas españolas requiere de una política económica que esté a su altura”.
Por lo visto no les han metido el miedo en el cuerpo a la Kirchner.
Claro que el que le tomen a cachondeo no le preocupa, siempre podrá decir lo tan sabido que es ...CULPA DE ZAPATERO Y DE LA HERENCIA RECIBIDA.

miércoles, 11 de abril de 2012

Vagos, corruptos y pancistas


Pues sí, eso es lo que piensa, poco más o menos nuestra querida derecha patria de lo que son los andaluces, después del resultado de las elecciones autonómicas del pasado 25M. Por ejemplo, lo de respetar na más que lo justito y lo preciso, por decirlo generosamente, la decisión soberana del pueblo andaluz. ...Ya sabemos, que si el voto del miedo, de la subvención, de las prebendas, del amiguismo... vamos, un voto asquerosito, hablando mal y pronto.
Cuelgo para que leais un artículo bastante interesante de José María Izquierdo, en el que se recoge poco más o menos todo lo que en estos días se ha dicho en los medios afines a esa, nuestra querida derecha patria, sobre el voto andaluz y sobre los andaluces.


Ahí va el artículo:



Sobre vagos, corruptos

La prensa de la derecha insulta a los andaluces "por votar lo que no debían" en las autonómicas

No es usual insultar a los votantes en los análisis de voto de cualquier elección. Los analistas políticos suelen centrar sus comentarios en la capacidad demostrada por los candidatos. Lo lógico es oír o leer que A ha sido un mal candidato y ha hecho una mala campaña o su oferta era mala, mientras que B lo ha hecho mejor u ofrecía una alternativa más creíble, más afín a los votantes. Porque tiene su aquel acusar a los votantes porque han ejercido el voto de una u otra manera. A quién se le ocurre, vienen a decir quienes así razonan, depositar el voto para aquellos que ustedes han elegido, cuando debían haberlo hecho a favor de este otro, que era el nuestro. Y como nosotros no nos equivocamos, son ustedes lo que están en el error. Y han votado de esta manera, además, porque son ustedes unos vagos, unos corruptos y unos mafiosos. Así ha sido, exactamente así, la reacción de una parte muy importante de la derecha ante el resultado de las elecciones andaluzas. Y su prensa, la que ha estado durante meses haciendo la campaña electoral a Javier Arenas, ha reaccionado de esta forma ante lo que un reputado columnista del Diario de Cádiz, Rafael Sánchez Saus, llamó el “vómito de las urnas” del domingo 25 de marzo. Es lo que tiene ser demócratas y liberales.
No recuerdo que ante las autonómicas de la Comunidad Valenciana y el refuerzo de la mayoría del PP, con todos los casos gúrteles en candelero, por ejemplo, alguien haya acusado a los ciudadanos valencianos de ser tan corruptos como los acusados, gentes que no saben diferenciar a los políticos honestos de los deshonestos o, mejor aún, de vivir tan contentos hozando en la inmundicia y la desvergüenza. Pero es que los andaluces son distintos, gente de escasa formación, iletrados en su mayoría, acostumbrados al hambre y que suelen obtener los mendrugos para sobrevivir gracias a que el Señor les ha dotado de un duende especial para el cante, el baile y la torería. Ya lo dice un conspicuo comentarista de tertulias variadas en El Mundo, Salvador Sostres: “Cada pueblo da lo que da, y los andaluces quedaron bien retratados el pasado día 25”.
Porque, ¿cómo se vive hoy día en Cádiz, Málaga, Sevilla? Un antiguo socialista, Antonio Guerra, que lo fue en sus años mozos, hoy afirma que “si no fuera por Cáritas, Andalucía sufriría una situación de hambruna callejera”. Otro comentarista, Hermann Tertsch, en Abc, ve así el panorama, que según él, se vive con “la pobreza irreversible, el paro irremediable, la desidia, la ignorancia, el fracaso escolar, la falta de expectativas, el deterioro general del entorno, los rasgos inequívocos de la miseria”. Por eso el director de El Mundo, Pedro José Ramírez, esperaba en la mañana del día 25 que el pueblo andaluz remontara “el estercolero de inmundicia que le ha legado el PSOE”. O que el conocido columnista de Abc, dueño de un gracejo fácilmente descriptible, Antonio Burgos, dudara la misma mañana “si hacia las 9 o las 10 de esta noche tengo que avergonzarme como andaluz o no, porque los gobernados sean tan corruptos como sus gobernantes”.
Así que entonces, ese pueblo andaluz, votó lo que no debía, tan alegre de seguir en la cochiquera, que es su sitio natural. Un sevillano de pro, Ignacio Camacho, escribía esto en Abc: “Ese trantrán conformista ha devenido en una especie de seña de identidad colectiva (…), los ciudadanos se dejan mecer en una enorme hamaca de proteccionismo clientelista y no quieren que nadie los despierte con sacudidas aventureras”. Ya ven, unos vagos tumbados en la hamaca y viviendo de la sopa boba. Más o menos lo que opinaba un comentarista habitual de El Mundo, Santiago González: “Cabe la posibilidad de que haya todavía una masa de votantes que no ha perdido la esperanza de verse beneficiado en esa versión moderna de la multiplicación de los panes y los peces que ha sido el milagro de los ERE”. Más sopa boba, al parecer. Lo que corrobora otro articulista, Emilio Campmany: “Y han [votado así] porque esperan seguir recibiendo las migajas de ese sistema clientelar que los socialistas montaron en Andalucía porque no les importa que, con tal de seguir recibiéndolas, los del PSOE se quedan con la parte del león”.
Los ultraliberales de Libertad Digital también tienen su explicación. “Andalucía, una Sicilia sin luparas pero con padrinos en cada capital de comarca cuya perentoria desinfección sanitaria habrá de esperar otros cuatro años más”, dice uno. O, todavía mejor, lo que escribe un segundo: “La andaluza es una sociedad que no ha carecido de (…) grandes valores, pero, por desgracia, fueron reduciéndose a su mínima expresión, después de 32 años de un sistema político basado en la reducción de la pluralidad humana a una multiplicidad animal”.
Todo este estiércol lanzado a la cara de los andaluces parte, como ellos bien saben, de mentiras basadas en datos falsos. Porque no es cierta esa complacencia del electorado con la presunta corrupción socialista. De 2008 a 2012 el PSOE ha perdido medio millón de votos y nueve escaños. Ahí es nada. Lo que pasa es que el PP, en el mismo periodo, ha bajado 200.000 votos y solo ganó tres escaños. O sea, que esos pancistas andaluces castigaron al PSOE. Pero no les dio la real gana de premiar al PP. Los culpables, a lo mejor, no son los votantes.

Fuente: José María Izquierdo, en el País